Un día de
aquellos, en los que te sentabas en la pequeña sillita de madera muy cerquita
de mi cama y yo te pedía "otro cuento mamá, venga por fa, otro
cuento" y tu hojeabas uno de los libritos de la antigua colección que
siempre me leías...
Deslizaste el dedo hasta detenerlo en el cuento de una
pastorcilla que tenía un collar azul, que era mágico.
Me gustó
tanto ese cuento que cada día te lo pedía "el de la pastorcilla mamá, ese
del collar azul" y tú pacientemente me leías cada día el mismo cuento.
Un día, de los pocos que
pudiste ir a recogerme al cole, apareciste con un collar azul precioso
de plástico, ¡menudos saltos daba! ¡Ahora podría jugar a ser la pastorcilla del collar azul!
Tanto me
gustó que no me lo quitaba nunca y como suele suceder en estos casos, un día
jugando se me rompió. Todas las bolitas salieron saltando y cayeron entre los
huecos del alcantarillado del parque.
Uy que
llorera... no había forma de que se me pasara, "te compraré otro"
decías, pero yo te decía que otro no sería mágico y tú, no entendías porqué...
y es que ningún otro podría significar tanto como aquel que me regalaste en la
puerta del colegio.
La sorpresa
de encontrarte allí, la sorpresa de que además me trajeras el collar, el
momento tan especial que significó para mí… todo eso, en aquel momento no lo
sabía explicar, pero para mí se resumía en que aquel collar era mágico y no
podría tener uno igual, nunca más.
Por eso
mamá, cuando giraste la pequeña llave de metal que siempre estaba colocada en
la delicada cerradura de tu armario antiguo, ese que habitaba como una princesa
desterrada en nuestro cuarto, y sacaste aquel cofre que jamás había visto... abriéndolo
como si me confiaras un secreto y me mostraste tu precioso collar azul, el
corazón me latió con fuerza.
"Te lo
presto los sábados por la tarde un ratito, pero tienes que cuidármelo, vale?
después lo guardas aquí de nuevo"- apenas acerté a decir que sí con la
cabeza, mi corazoncito de niña estaba desbocado.
Tenía un tesoro. Yo tenía un tesoro y era nuestro secreto, de ella y mío y de nadie más, no se lo había dejado a nadie, ni a mis hermanas.
El armario más hermoso de la casa con su pequeña llave de metal, guardaba un secreto, nuestro secreto mamá.
*El cuento "El collar azul" pertenece al tomo 12 de la colección "Miniclásicos" de Ediciones Toray.
Sexta Edición, 1981.
Sexta Edición, 1981.
Adaptaciones de Eugenio Sotillos.
Ilustraciones de María Pascual.
Tierno y dulce, un recuerdo maravilloso que cada vez que lo escribas, que lo cuentes sentirás el roce de las bolitas azules. Un abrazo
ResponderEliminarQue hermoso Ester... me ha encantado el detalle de "el roce de las bolitas azules". Besitos desvelados preciosa, hoy estoy que no puedo pegar ojo :(
EliminarMaaaaadre mía LUA!!!! ¿estás empeñada en hacerme llorar cada vez que venga a tu blog?
ResponderEliminarPoooor favor!! ... ten piedad de mi ; )
MmuaaaaaksS!
Lo siento, olvidé decirte que
ResponderEliminarPrecioso! como tú ; )
Ay Dios! la siguiente me vengo con una sábana .. jaja
Con permisito Lua y María.
EliminarEstoy de acuerdo con María, esto no está hecho para chicarronas de lágrima fácil, si yo no he podido ver ni siquiera Bambi :(
Besos a repartir, van muchos :)
María jajaja me ha hecho reír lo de la sábana. Prometo no explicar siempre cosas tristonas... Livy tienes todo el permiso del mundo, muchas gracias por pasaros por aquí. Sois tan bonitas... me encanta leeros :)
EliminarUna preciosidad de cuento
ResponderEliminarMuchas gracias Guille :)
EliminarEspera que me quite esta lagrimita que no me deja escribir el comentario.
ResponderEliminarAyy,Lua,qué bello es lo que acabas de contar!!
Qué grandes son las madres,qué generosas,qué bonitas...Y ese dia del cole ,cómo lo vas a olvidar!!No ya por el collar,que sí tuvo para tí tanta importancia,si no por haberte ido a buscr cuando tal vez hizo un gran esfuerzo para ello.
Los cuentos me enamoran .YO le contaba a mi mamá cuentos cuando ella estaba anicanita y cómo le gustaban.Y me pregunto cuántos cuentos nos han contado ellas a nosotras de pequeñas!
Una buena madre es un canto al amor más desinteresado ,al más permanente,al que no falla.
Buen trabajo has hecho en esta entrada con todas las fotos.SOn preciosas,y el cofrecito,vuestro tesoro.
Voy a quitarme otra lagriminta que si no no puedo despedirme
Besucos cielo y bendiciones a las dos.GRACIAS POR TODO
Gó
Gracias a ti cielo, estoy empezando a sentir este lugar, como un refugio de verdad... y es gracias a las personas que me dejáis vuestras palabras. Muchas gracias.
EliminarGó soy yo la que te lo agradece a ti, por TODO.
Precioso y entrañable cuento Lua.
ResponderEliminarNada como esos recuerdos tiernos y especiales de la infancia para caldear el corazoncito.
Me ha gustado, ya lo creo.
Besitos azules (no soy una pitufa eh?)
Hermosa historia que guarda el secreto de amor entre una madre y su hija.
ResponderEliminarBesos
Como dice Prozac es precioso y entrañable Cuento Lua.
ResponderEliminarUn placer haber estado en tu precioso blog y mil gracias por tus comentarios en el mío.
Un beso grande.
Qué bello recuerdo.
ResponderEliminarBesos.
Un tesoro.
Amiguca,te veo leyendo tdavía tus cuentos.
ResponderEliminarHablando de madres,he dejado en mi blog una carta a la mia.Espero te sirva de alivio ,para que sigas escribendo tus sentires,emociones...
Nunca niegues ese derecho que te fué concedido de por vida.
Besucos,cielo
Gó
me encanta tu magia nos haces sentir niños nuevamente
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